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SUBMARINO "B-5"

NOMBREPUESTA DE QUILLABOTADURAALTA EN LA ARMADABAJA EN LA ARMADA
B-513-01-192104-04-192528-05-192331-07-1941

     El submarino «B-5», fue construido por la Sociedad Española de Construcciones Navales de Cartagena, que puso su quilla el día 13 de enero de 1921, botado el 4 de abril de 1925 y entregado a la Armada el día 31 de diciembre de 1925.

     Fue su primer comandante el teniente de navío Don Mariano Romero Carnero, sustituido en enero de 1928 por el del mismo empleo Don José Luis de Ribera Egea.

     A las 12 de la noche del 2 de noviembre de 1928 llegó a Palma de Mallorca el transporte Almirante Lobo, que hacía de buque insignia de la división de submarinos, mandada por el capitán de navío Don Mateo García de los Reyes. Fondearon después los submarinos Isaac Peral, los seis submarinos de la clase “B” y los “C-1” y “C-2” de la clase “C”. Estos buques realizaron maniobras de conjunto con la escuadra los meses de octubre y noviembre. La escuadra llegó posteriormente a Barcelona el 11 de noviembre para dar descanso a las tripulaciones, entre los que se incluía a la división de submarinos. El “B-5” estaba al mando del teniente de navío Don José Luis Ribera. Permanecieron en puerto hasta la mañana del 20 de noviembre.

     Con motivo de la inauguración de la exposición universal de Barcelona el día 19 de mayo de 1929, visitaron el puerto varias escuadras. Unos días antes habían llegado varios buques españoles, entre ellos los seis submarinos de la clase “B” y los “C-1”“C-2” y “C-3”, abandonando el puerto la última semana del mes de mayo.

     Participó en las maniobras anuales de la escuadra en el Mediterráneo entre mediados de septiembre y mediados de octubre de 1929. Fue uno de los buques que llegó a Barcelona a mediados de octubre para dar descanso a las tripulaciones.

     En enero de 1930 se puso al mando del teniente de navío Don Luis Carrero Blanco, sustituido en octubre de 1931 por el del mismo empleo Don José Fernández Pery.

     En enero de 1932 acompañaron los submarinos “B-5” y “B-6” al presidente de la República Don Niceto Alcalá Zamora en su visita a Alicante a bordo del destructor Alcalá Galiano.

     En el mes de junio de 1933 se iniciaron las maniobras de la escuadra y finalizaron el 6 de julio. En las mismas tomaron parte cuatro cruceros, nueve destructores, los submarinos “C-2”, “C-3”, “C-4”, “C-5”, “C-6”, “B-5” y “B-6”, varios buques menores y auxiliares. A mediados de diciembre de 1933 se puso al mando del teniente de navío Don Remigio Verdía Joli.

     Participó en las maniobras de primavera de 1934 realizadas en aguas del Mediterráneo. Una vez finalizadas, realizó con la escuadra una revista naval en aguas de Alcudia, presididas por el presidente de la República, Don Niceto Alcalá Zamora.

     En septiembre de 1934 se puso al mando del teniente de navío Don Ginés Sanz García de Paredes, sustituido el octubre de 1935 por el del mismo empleo Don Francisco Javier Chereguini Pardo.

     En los meses de abril y mayo de 1936 la escuadra realizó al mando del vicealmirante Don Javier Salas, unas maniobras en las islas Canarias. Tomaron parte varios submarinos, entre ellos el “B-5”. Finalizadas las maniobras, regresó a Cartagena, entrando en el arsenal para realizarle varias reparaciones.

      Cuando comenzó la guerra civil en julio de 1936 se encontraba en la flotilla con base en Cartagena, junto a los seis submarinos de la serie “C” y el submarino “B-6”. El “B-5” continuaba en obras en el arsenal. Su segundo comandante, el teniente de navío don Guillermo Scharfhausen Kebbon, fue asesinado el 15 de agosto a bordo del buque España nº 3.

Por entonces, el Gobierno republicano se vio forzado a poner al mando de sus buques de guerra a oficiales del Cuerpo General por imposición del Gobierno británico que, en caso contrario, se negaba a considerarlos como tales buques de guerra. Gracias a esta medida, se salvaron algunos oficiales supervivientes de las prisiones republicanas. Esa situación motivó que se nombrara comandante del «B-5» al C.C. D. Carlos Barrera Terry. Aunque el mando real del submarino lo tenía el Comité Político del Barco.

El 24 de julio sale rumbo a Málaga, desde donde realizó patrullas en el Estrecho y el Mar de Alboran y desde esa fecha hasta su misteriosa desaparición en el mes de octubre de ese mismo año, y pese a la gran actividad y movimiento de naves en la zona durante aquellas fechas, no se conoce ninguna actuación del B-5, lo que algunos autores achacan a la actitud de pasividad del oficial al mando de la nave, quien podría haber llegado a desobedecer o retrasar las órdenes recibidas.

     Esta actitud del capitán de corbeta Barreda Terri despertaría las sospechas de la tripulación, cuyo comité político presentaría una queja ante el Jefe de la Flotilla denunciando “su despreocupación en el trimado y del abandono de las normas de seguridad, llegando incluso a hacer inmersión con la escotilla abierta. Decían que Barreda prefería hundirse con su submarino a servir a la República”. La desconfianza era mutua, por una parte, la tripulación sospechaba de su comandante y vigilaba de cerca todos sus movimientos, mientras que este temía correr la misma suerte que muchos de sus compañeros oficiales, asesinados en los primeros momentos de la sublevación por la marinería.

     Mientras el grueso de la escuadra republicana permanecía en el mar Cantábrico, entre los meses de septiembre y octubre de 1936, los submarinos “B-5”, “C-2” y cinco destructores realizaron patrullas en el estrecho y Mediterráneo.

     A mediados de octubre de 1936 salió de Málaga y no regresó a puerto, desapareciendo con sus 37 hombres en aguas de Estepona por causas desconocidas. Se especula que fue hundido entre el 12 y el 15 de octubre por las bombas de un hidroavión nacional cuando navegaba en superficie. Lo más probable es que al sumergirse, a causa de un fallo, no volviera a emerger. También se especula que ese fallo fuera debido al sabotaje del capitán de corbeta Barreda, que era partidario de los nacionalistas y ya era vigilado por el comité político del submarino.

Todo parece indicar que el B5 saldría ileso de este ataque. En una nota emitida por el Cuartel General de Salamanca fechada el 10 de noviembre de 1936 podemos leer: “Se tiene noticias fidedignas de que el submarino rojo B-5 ha desaparecido. Este submarino fue atacado por un hidroavión perteneciente a la Marina Nacional, el 12 de octubre pasado en aguas de Estepona provincia de Málaga. Al divisar el hidro el submarino se sumergió rápidamente, en el mismo lugar donde hizo inmersión le fueron lanzadas segundos después una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg según comunicó a su debido tiempo el teniente de navío piloto del hidro, el cual también manifestó que no se atrevía a asegurar que hubiese destruido pero que lo consideraba probable.”.

En su libro “Buques de la Guerra Civil Española: Submarinos” el historiador Dionisio García Flórez nos da esta versión que coincide básicamente con la anterior «El 12 de octubre, el submarino se hallaba en superficie, de patrulla, a la altura de Estepona, cuando fue avistado por un hidro D-4 que pilotaba el teniente de navío Ruíz de la Puente. El B-5 se sumergió inmediatamente y el hidro realizó varias pasadas sobre el lugar lanzando una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg. Otro Dornier Wal se unió al ataque, pero ya no pudieron volver a ver al submarino, sólo una gran mancha de aceite»

Un hidroavión Dornier en vuelo. Uno de estos aparatos bombardearía al B-5 el 12 de octubre de 1936

     Todo parece indicar que el «B5″ saldría ileso de este ataque. En una nota emitida por el Cuartel General de Salamanca fechada el 10 de noviembre de 1936 podemos leer: “Se tiene noticias fidedignas de que el submarino rojo «B-5″ ha desaparecido. Este submarino fue atacado por un hidroavión perteneciente a la Marina Nacional, el 12 de octubre pasado en aguas de Estepona provincia de Málaga. Al divisar el hidro el submarino se sumergió rápidamente, en el mismo lugar donde hizo inmersión le fueron lanzadas segundos después una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg según comunicó a su debido tiempo el teniente de navío piloto del hidro, el cual también manifestó que no se atrevía a asegurar que hubiese destruido pero que lo consideraba probable.”.

     En su libro “Buques de la Guerra Civil Española: Submarinos” el historiador Dionisio García Flórez nos da esta versión que coincide básicamente con la anterior «El 12 de octubre, el submarino se hallaba en superficie, de patrulla, a la altura de Estepona, cuando fue avistado por un hidro D-4 que pilotaba el teniente de navío Ruíz de la Puente. El “B-5” se sumergió inmediatamente y el hidro realizó varias pasadas sobre el lugar lanzando una carga de profundidad y varias bombas de 50 kg. Otro Dornier Wal se unió al ataque, pero ya no pudieron volver a ver al submarino, sólo una gran mancha de aceite»

     Sin embargo, hay pruebas concluyentes de que el “B-5” no sufrió daños en ese ataque y consiguió regresar a puerto. Los almirantes Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo y José Ignacio González-Aller Hierro en su libro “Submarinos republicanos en la guerra civil española” señalan la existencia de un telegrama y una carta que el capitán Carlos Barreda Terry habría enviado a su esposa Josefina Aldamiz-Echevarría y Harnaiz en fechas posteriores al 12 de octubre, día del ataque del hidroavión. Con fecha 15 de octubre barreda enviaría un telegrama con el siguiente texto:
“Estoy bien abrazos = Carlos”.
Ese mismo día escribía una carta a su esposa en la que escribía:
“Estamos pendientes de salir para ahí (Cartagena) otra vez. Yo creo que a los dos días o tres de días de recibir esta carta estaremos en Cartagena para reparar otra vez”.

     Descartada, o tomada como poco probable, la hipótesis del hundimiento a causa de un ataque enemigo, otra de las opciones que se han barajado sería la del sabotaje a cargo del comandante de la nave, quien tal vez ante el temor de correr la misma suerte de muchos de sus compañeros a manos de la tripulación, o quizá queriendo prestar un servicio al bando franquista, aunque ello le costara su propia vida.

     Circulan por las redes unas supuestas manifestaciones de Barreda a algunos de sus compañeros de promoción en las que afirmaba que, en caso de no poder pasarse a zona nacional, se limitaría a no atacar a objetivos nacionales, mientras la tripulación se lo permitiera y que, en el momento de no poder aguantar más la situación, procedería al sabotaje del buque. Incluso puede encontrarse información sobre como pensaba sabotear el buque, según sus manifestaciones a otros oficiales: Ordenaría desde abajo, en el puesto de mando, inmersión, sin apretar el botón que en la escotilla de arriba avisaba de la orden, haciendo inmersión sin que la escotilla estuviese cerrada, inundado así el submarino. Otras versiones sobre la desaparición apuntan que encontrándose él en la torre, ordenó inmersión dejando en el exterior el cable del avisador de inmersión, el cual impidió el cierre de la escotilla y causando la inundación del submarino mandándolo a pique. Esta hipótesis es imposible de demostrar, no sobrevivió ningún miembro de la tripulación, ni se ha encontrado el pecio, en cuyos restos se pudiera confirmar el sabotaje.

     En septiembre de 1970 se recibió a bordo del buque «BS-1 Poseidón» la orden de comisión nº 17/70 del Mando de la Agrupación de Adiestramiento de la Flota (ADAF), que ordenaba entre otras misiones, trasladarse a Málaga para tratar de localizar y reconocer los restos del submarino «B-5». Dicha orden sé basaba en un informe de dos buceadores civiles que afirmaban haber visto el casco de un submarino durante una inmersión que hicieron frente a Málaga. El día 29 de septiembre de 1970 comenzó la búsqueda a 1,3 millas en demora 125º de Punta Ladrones, donde se obtuvieron unos posibles ecos. Los días 30 de septiembre y 1 de octubre sé continuo la búsqueda sin ningún resultado positivo y el comandante del «BS-1 Poseidón», al considerar muy errónea la supuesta ubicación del naufragio y ante los resultados negativos de las exploraciones efectuadas, estimó inútil continuarlas dando por concluida la tarea.

     Así terminó, hace ya más de un cuarto de siglo, la búsqueda del «B-5» del que parece que la Divina Providencia ha dispuesto que fuera la tumba de su comandante y dotación para su descanso en paz para siempre, en la mar. 

Tripulación del submarino «B-5» en su última salida.

IN MEMORIAN

CC Carlos Barreda Terry, comandante
CMM Cornelio Esquivel Retolaria, oficial de derrota
Aux. 2º Naval José Vitoria Guillen, 2º comandante.
2º Maquinista Miguel Godínez Avecilla, jefe de máquinas.
3º Maquinista Bartolomé Tudela Lorca.
3º Maquinista José Díaz Martínez.
3º Maquinista Joaquín Muiños Rico.
Aux. 2º Radio Luis Arriola Gómez.
Aux 1º Elect y Torp. Juan Antonio Llamas Martínez.
Aux 1º Elect. Antonio Sánchez Ros.
Aux 1º Elect. Pedro Vázquez Bouza.
Aux 2º Maq. Manuel Gómez Navarro.
Aux 2º Maq. Francisco Gutiérrez Delgado.
Cabo M. Diego Paredes Zapata.
Cabo M. Rafael Fernando Diez Paz.
Cabo M. Miguel Ferrer Ferrer.
Cabo M. Pedro Ruiz Mella.
Cabo Art. Pedro García. Conesa.
Cabo Art. José Martínez Perez.
Cabo Elect. Ramón Cachazas Maceiras.
Cabo Elect. Ignacio Ortega López.
Cabo Elect. Venancio Valentín Rodríguez..
Cabo Elect. Pablo López Garcia.
Cabo Radio José Sánchez Rubio.
Cabo Radio Florencio Vallejo Herrero.
Mº 1ª Francisco Caparrós Muñoz.
Mº1ª Ángel Carrasco Otón.
Mº1ª Manuel Cháscales Manzanares.
Mº1ª Pedro Samper Rosas.
Mº2ª Cristóbal Varaza Rabal, cocinero.
Mº2ª Bartolomé Hernández Jeréz.
Mº2ª Luciano Sánchez Cortés.
Mº2ª Manuel López González.
Cabo Fog. Juan Martínez López.
Fog Pre. José Martínez Díaz.
Fog Pre. Miguel García Pastor.
Fog Pre. Ginés González Sánchez

COMANDANTES DEL SUBMARINO "B-5"

TN. D. MARIANO ROMERO CARNERO
de 31.12.1925 a 02.01.1928
TN. D. JOSE LUIS DE RIBERA EGEA
de 02.01.1928 a 02.01.1930
TN. D. LUIS CARRERO BLANCO
de 02.01.1930 a 06.10.1931
TN. D. JOSE FERNANDEZ PERY
de 06.10.1931 a 18.12.1933
TN. D. REMIGIO VERDIA JOLI
de 18.12.1933 a 01.09.1934
TN. D. GINES SANZ GARCIA DE PAREDES
de 01.09.1934 a 27.10.1935
TN. D. FRANCISCO J. CHEREGUINI PARDO
de 27.10.1935 a 18.07.1936
T.N. GUILLERMO SCHARFAUSSEN
del 18.07.1936 a 20.07.1936
CC. D. CARLOS BARREDA TERRY
de 27.7.1936 a 12.10.1936